Los Templos de Buda muy Kitsch, Tuk tuking Lanka

Teníamos ganas de aventura, así que aunque estuvimos instalados en una playa hermosa, decidimos invertir nuestro tiempo en descubrir templos y probar un poco de la cultura religiosa de los sinhaleses en Sri Lanka. Fue una experiencia surreal.

Más playa, más bonita: Tangalle

Llegamos a Tangalle, la última parte de playas del sur. Tangalle está dividido en 3 bahías y nosotros nos quedamos en la zona backpackera (por supuesto) Medakettiya Beach. Nos hospedamos en el Star Fish por 1500 rupias la noche, precio de súper low season. De hecho los hotelitos se “peleaban” por nosotros, tanto que decidimos aventurarnos en la siguiente bahía una más de hotelitos nice y conseguimos en el hotelín más nice, Ganesh un precio de ¡2500 por noche (15€)! Aún así decidimos ahorrar y quedarnos en la baratita.

Tangalle es una playa super bonita, nos gustó más que Unawatuna. Aunque no hicimos mucha actividad de playa, más bien nos dedicamos a explorar cuanto templo exéntrico hay por la zona.

Los Templos budistas del sur de Sri Lanka

Habíamos leído que el concepto de arte y decoración de los Sinhaleses (los budistas en Sri Lanka), es un poco muy kitsch, colorido y barroco. Es como mezclar lo mejor de los Tamiles Indios (del sur de India) y los sobrios budistas.

El resultado: nunca visitar un templo fue taaaaan divertido. Y para muestra unos botones…

Weherahena Temple

(cerca de Matala, 200 rupias p/pax).

La Lonely lo describe como “Marvel meets kitsch Buda”.  Un templo con una estatua de Buda de más de 40 metros, por debajo una serie de corredizos externos y subterráneos que tienen más de 5,000 viñetas contando la vida de Buda.

Las viñetas tipo comic, van desde artistas clásicos hasta interpretaciones modernas con relieves coloridos; en ellos se describen las aventuras de Buda cual historieta de superhéroe. Para agregar interés hay Budas y monjes de tamaño real simulando procesiones. Es genial.

Wewurukannala Temple

(cerca de Dickwella,100 rupias p/pax)

La descripción le queda como anillo al dedo: “Buda meets Disney”. Aquí no se conforman con unas viñetas, este templo está repleto de murales con relieves y figuras de tamaño real, coloridas y excéntricas.

El templo central con la historia de Buda y los monjes es de por sí buena, figuritas sonrientes y coloridas te muestran la bonita historia. Pero la magia está en el segundo templo dedicado a mostrar el infierno, los pecados, los demonios y los castigos.

Demonillos troturando personas en el inframundo, todo figuras tamaño real o pinturas vívidas que hacen de esto un museo de la tortura / casa de espantos / clase de religión excéntrica todo en un corredor subterráneo, ¿tétrico? neeee… ¿o sí?:

Rock Temple

(Mulkirigala, 100 rupias p/pax)

Un templo en una montaña, 4 pisos de pequeños santuarios cada uno con un Buda reclinado. Lo divertido de este templo es la subida, las vistas de la selva y los monitos.

Lo que descubrimos es que los sri lankenses tienen cierta afición y devoción a los demonios, una característica completamente desconocida en los otros muchos países budistas que hemos visitado, aunque podemos reconocer y econtrar más representaciones demonillezcas en la religión hindú, y sobretodo en los tamiles al sur de la India, como en el templo de Madurai.

Pero aquí los demonios están presentes en toda su cultura y arte desde las danzas Ruhunu, donde bailan con máscaras ginantezcas de demonios, hasta su representación alegórica en todos los templos budistas. ¡Me encanta!

Por cierto, nuestro Tuk Tuk ya tiene nombre, se llama Tukito. Además tiene ya sus primeros adornos de identidad, florecillas hippies de harto amor y paz que lo hacen aún más extravagante.

Los dejo con Tukito, su guapo conductor y su nueva deco: