¿Quién soy? Una respuesta sincera

¿Quién soy?….

… vaya pregunta potente.

vistas del Nilo Aswan

Soy Bere. Amante de los gatos. Trotamundos.

Soy plenamente consciente de lo fortuito que es estar viva, y me encanta, ¡me encanta estar viva!

Soy muy, muy poco paciente.

Soy alegre por caracter. Soy feliz por decisión.

Mexicana de nacimiento. Claustrofóbica de la rutina.

Soy amante de la paz, detractora del drama.

Soy fan de la naturaleza.

Soy amante de mi Mat por una razón sumamente egoísta: me hace pletóricamente feliz.

Soy partidiaria de la filosofía «cada quien que haga con su culo un papalote», si te hace feliz hazlo, los demás que se callen.

Soy un poco control freak, me impaciento cuando las cosas no van como las planeo, pero estoy aprendiendo a tolerarlo y disfrutarlo, eso es una de las lecciones de viajar.

Tiempo y dinero, los dos recursos más valiosos que definen el curso de una vida. Me enoja perder dinero, pero no soporto perder el tiempo.

Soy un poco antisocial, no me gusta la gente en masa, creo que hay mucho idiota suelto.

Prefiero a los animales a la gente… por mucho.

Soy la humana de Rodolfo, mi gato. Lo que más me duele de estar lejos.

Soy amante de los retos personales e intelectuales, por eso me gustan los números y adoro los libros.

Soy una ingeniera industrial que eligió como profesión viajar.

Soy una personita en este inmenso mundo que viaja enamorada de su marido, buscando gatos y aventuras detrás de las esquinas.

Soy partidiaria de ver el mundo desde un plano trasero, analizarlo y tratar de entenderlo. Cállate y escucha.

No quiero ni pretendo cambiar el mundo en mi instante.

Me esfuerzo para que el mundo me cambie a mí a cada instante.

Y sobre ello escribo.

 

Yo, mi historia y mi persona…

En términos prácticos y sin soltar rollos filosóficos

Ser poco paciente no es un adjetivo con el que muchas personas decidan presentarse, yo es que he descubierto que es mi más grande defecto y cualidad. Toda la cadena de eventos que han definifo mi historia es por esto: soy jodidamente poco paciente.

Me aburro facilmente… es un gran defecto, (y mi pobre familia y ahora Mat lo sufre todos los días). Me aburro y me exaspera que me hagan perder mi tiempo. De esperar en las filas, que la gente llegue tarde,  que las cosas no salgan rápido, me desespera la gente lenta y poco práctica – debo ser más paciente-.

Pero también tiene su lado bueno, al menos para mí; ser poco paciente implica que necesito investigar y probar y cambiar de status quo, mucho, para no aburrirme.

Esta fea cualidad hizo que desde pequeñilla aprendiera a leer antes de tiempo, me adelantaran en la escuela, estudiara una ingeniería (aunque sabía que no era lo mío ser ingeniera ) y decidiera probar muchos caminos distintos.

No sólo no tengo miedo al cambio… lo necesito.

Decidí probar el estilo first class oficinista en una gran empresa multinacional en marketing – me aburrí-

Decidí cambiar de país y me mudé a España , cambiar a publicidad y estudié un master, trabajé en ello y estudié un poco más pero algo distinto un diplomado en sociología del consumo, luego trabajé un poco más y -me aburrí.-

En esas estaba en Madrid cuando mi entonces nuevo novio francés Mat me propone que lo dejemos todo y nos vayamos 3 meses a dar un buen viaje. Lo pensé, y decidí que si mandaba todo al carajo al menos sería por un muy buen motivo. Así que nos pusimos a ahorrar y lo que iban a ser 3 meses viajando por dos países se convirtieron en 8 meses por 8 países.

Rodolfo Mat y yo

Rodolfo Mat y yo 2008,
un día antes de partir a la 1era vuelta al mundo

Me encanta viajar, viajando no me aburro.

Siempre me ha encantado viajar, cada que podía desde puberta he viajado en escapadas de amigos, cursos de verano para estudiar en otros países y al menos así justificarle a mi pobre madre el gasto.

Viajando cada día es una aventura nueva.

Se rompe el ciclo de la insoportable rutina undíatrasotrotrasotro-quepareceayerperoeshoy.

Así en un viaje de 8 meses descubrí que esto es lo mío: viajar. Viajando soy muy libre, soy muy yo.

Aprendí que viajar me realiza espiritual, fisica y psicológicamente, me hace feliz.

Decidí entonces ser feliz,

y viajar.

desierto de Marruecos

En el desierto de Marruecos,
con un hermano bereber y un camello

El tiempo viajando no se pierde, se invierte.

Soy amante de los gatos.

La poca paciencia que tengo con la gente, la compenso con los animales… con creces.

Y de todos los animalitos allá fuera, incluso arañas y sapos y serpientes. Pero los gatos me enloquecen. Crecí con gatos, he vivido con ellos toda mi vida (en etapas que han alcanzado números que no debe considerarse normal ni sano), y los entiendo y admiro.

Bere y gatos

La viejtia loca de los gatos… esa seré yo.

Me encantan los animales, -aunque odio a las sanguijuelas-. Lloro con cualquier historia del Discovery Channel con potencial de triste final, incluso hasta en los anuncios comerciales, videos del youtube, no se diga en los documentales, termino llorando cual Magdalena inconsolable. Yo soy la que:

– salva a la abeja que cayó en la alberca,

– rescata cuanto perro, gato, pájaro en desgracia se cruce en mi camino,

– a la araña antes de aspirarla o darle chanclazo, mejor sacarla a un nuevo hogar en el jardín,

– cree que los murciélagos y las ratas son hermosos.

Si soy tirana con la gente, soy una sacro santa con los animales.

 

En este blog pondré especial énfasis en documentar la vida gatuna en otros países. Intentaré acercarme a todo bicho animalero por ahí, y realizaré mi sueño de ser reportera del National Geographic.

¿Por qué escribir un blog de viajes?

Además de la parte de poder ser reportera del NatGeo

Aquel primer viaje escribimos un blog, uno sencillito para que las madres no sufrieran infartos pensando que habíamos sido devorados por un cocodrilo en los inóspitos desiertos de Australia ( si, si eso es lo que se imaginan).  Ahora que hemos decidido viajar de nuevo, hemos decidido también hacerlo en serio.

Desde que volvimos hemos tratado de lavar cerebros de amigos para que lo hagan también. Que viajen.  Hemos sido insistentes, (plan Testigo de Jehová toca a tu puerta) y hemos convenciendo a un par de que lo hicieran. No se arrepintieron, ahora son adictos también.

Escribir este blog de viajes es para intentar lavar el cerebro de algunos más, y convencerlos de que lo hagan.

Todos deberíamos hacer un gran viaje, al menos uno en nuestras vidas. No te conoces si no has viajado.

Pero también es para exprimir mi cabecita y plasmar en algún lado todo lo que proceso al viajar.

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Fiordland Nueva Zelanda

Fiordland Nueva Zelanda

En este nuevo viaje, hemos decidido que eso de ser turistas es muy mainstream, lo de ser viajeros es muy hipster y preferimos quitarnos la etiqueta ya muy vista de los que recorren el mundo. Esto de viajar para nosotros es una decisión de vida.

Seamos trotamundos

Y decidimos que es así como viviremos; viajando hasta que alguno de los dos recursos en esta vida se nos acabe por completo:

el dinero… o el tiempo.